04 octubre 2008

Malos humos

En la sección de opinión del diario El País aparece hoy un artículo que trata de reflexionar sobre el (previsible) fracaso de la ley anti(¿!)-tabaco española. Si bien con alguna ligereza de fondo y forma, el texto tiene la virtud de señalar algunas de las contradicciones más flagrantes del asunto, entre las cuales, in primis, "la facilidad con que ha desaparecido, literalmente, de la agenda pública".

Manuel Arias Maldonado, el autor, denuncia las penosas limitaciones y tibiezas del proyecto legislativo original, la nula aplicación práctica de las sanciones previstas en el mismo y, en definitiva, una especie de lampedusiamo acuerdo de facto entre los actores políticos, las autoridades y los ciudadanos, para que nada cambie con la entrada en vigor de la ley. Maldonado pone el dedo en la llaga en particular cuando cuestiona el equilibrio argumentativo de los propios encargados de redactarla y aplicarla ("¿puede confiarse en que un fumador antepondrá el interés general a su necesidad privada") y, sobretodo, cuando llegua a la esencia misma del problema: "El sintagma correcto", escribe, "es la defensa de la libertad de quien no fuma. Y la razón es muy sencilla. Esa libertad abarca el derecho del trabajador, pero sobre todo establece el único criterio válido para la prohibición total, esto es, el derecho a la salud de quien no fuma. ¿Y la libertad del fumador? Sólo puede ejercerse allí donde no supone una carga sobre la libertad ajena; punto."



El artículo completo, no demasiado largo, podéis leerlo fumadores y no fumadores aquí.

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